Hace algún tiempo que la Unión Europea está trabajando en la creación de un sistema electrónico aduanero homogéneo, para la exportación de mercancías (incluidas las mudanzas de mobiliario y enseres personales) en los países miembros. El pasado 09 de mayo de este año, entró la obligatoriedad de la utilización del nuevo sistema transeuropeo AES (Sistema Electrónico de Exportación) que será el único sistema habilitado para las presentaciones y declaraciones aduaneras en los regímenes aduaneros de exportación, en los Estados miembros de la Unión.
El sistema transeuropeo es el encargado de conectar entre sí los sistemas de los diferentes estados de la Unión, aplicando los requisitos del CAU (Código Aduanero de la Unión) para el proceso de exportación y salida de la Unión Europea.
Este nuevo cambio significa la sustitución del documento aduanero denominado DUA por el AES, abandonando así el sistema de casillas, y el Pre-DUA por las predeclaraciones. También implica la desaparición de la tradicional declaración en papel, la actualización de las funciones existentes que hay que modernizar y adecuar al CAU, al igual que la incorporación de otras mejoras que facilitan el comercio y la automatización de procesos, así como cumplir con la armonización de la legislación estatal y transeuropea de las declaraciones de exportación.
El nuevo sistema ofrece la adaptación de las aduanas a la tecnología digital, lo que conlleva una mejora en la eficiencia de los intercambios de datos y documentación aportados en la transacción, permitiendo disponer de esta información de forma inmediata a los elementos que intervienen en la exportación (declarante, representante, expedidor, destinatario, etc.), simplificando y agilizando así el proceso de gestión de la documentación requerida para el comercio internacional, reduciendo a su vez la carga administrativa a las empresas,
No solo se han producido modificaciones a nivel documental para las exportaciones, sino que ha habido importantes cambios en los requisitos sobre los productos a exportar a países no miembros a la Unión, como puede ser la necesidad de facilitar información sobre la naturaleza de los productos, su valor y procedencia.
Estas nuevas reglamentaciones están diseñadas para garantizar que los productos exportados cumplan con los estándares de calidad y seguridad necesarios para su importación en el país de destino.