El pasado 24 de enero la Embajada de España en Senegal publicó mediante la red social X que desde el 19 de febrero de 2024 los nacionales de Senegal, titulares de pasaporte ordinario, deberán estar en posesión de un visado de tránsito aeroportuario (TAP) para transitar por las zonas internacionales de los aeropuertos españoles.
Este nuevo requisito obligará a los viajeros senegaleses a solicitar el visado en la embajada española de su país, someterse a la toma de huellas y pagar tasas, independientemente de donde vuelen.
Diversos medios han citado que esta medida obedece a los comentarios del ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, quien manifiesta que busca frenar presuntas "utilizaciones fraudulentas de asilo", argumentando que existe una instrumentalización de estas escalas por parte de migrantes africanos que compran boletos para viajar a Latinoamérica y hacen tránsito en Madrid para pedir asilo en España.
Desde hace meses la situación en el aeropuerto madrileño de Barajas ha llegado a un punto crítico en el que más de 400 ciudadanos africanos habitan las salas de inadmitidos y peticionarios de asilo de las terminales T-1 y T-4 a media que solicitan protección internacional.
Recientemente, el Gobierno había introducido el visado de tránsito para ciudadanos kenianos, y ahora se extiende esta medida a los senegaleses.
De esta forma, las medidas del Ministerio del Interior incluyen -por ahora- la negociación de visados de tránsito con países como Senegal y la investigación de vuelos desde Casablanca, un punto clave donde embarcan muchos solicitantes de asilo. El sindicato policial SUP ha solicitado una investigación sobre la ruta diaria de Air Royal Maroc desde Casablanca, ya que continúan llegando personas que buscan asilo en España.